Verduras fermentadas , favorecen la estabilidad de la microbiota.
Los alimentos fermentados agregan buenas bacterias al intestino y ayudan a mejorar nuestra microbiota. Estas bacterias ayudan entre otras cosas a fortalecer el sistema inmunológico y a regular el apetito.
Los fermentados mejoran la digestión y asimilación de los alimentos
Para la recuperación o mejora de la salud, uno de los puntos claves es cambiar la condición de nuestro sistema digestivo, especialmente el intestino y la flora intestinal (microbiota):
Proporcionan enzimas y vitaminas que ayudan a asimilar mejor los alimentos.
Predigieren el alimento, al igual que ocurre con la germinación.
Los alimentos que han sido sometidos a fermentación láctica ayudan a la digestión de otros alimentos con los que se ingieren.
Nutren las bacterias intestinales beneficiosas reponiendo la flora del intestino grueso.
Las Enzimas en los alimentos fermentados
Los alimentos fermentados son ricos en enzimas, que forman parte de los procesos de fermentación y ejercen un papel crucial en la digestión y en la absorción:
Acción depurativa: eliminan y neutralizan toxinas y residuos
Descomponen y transforman los nutrientes en unidades más simples permitiendo que nuestro organismo pueda absorberlos y utilizarlos.
Mejoran la digestión de otros alimentos
Ayudan al cuerpo a producir más enzimas metabólicas.
Favorecen la estabilidad de la microbiota
Una alimentación acompañada de fermentados de buena calidad y no pasteurizados, va a surtirnos de comunidades robustas de bacterias y levaduras beneficiosas promoviendo el restablecimiento del ecosistema interior. Actualmente, contamos con una microflora a menudo desequilibrada y debilitada debido a agentes externos como el estrés, los antibióticos y una dieta alta en alimentos procesados.
Con los alimentos fermentados y mediante algunos consejos revitalizantes de alimentación saludable, reforzaremos la salud de nuestro ecosistema interior aportándole estabilidad y fortaleza.
Verduras que puedes fermentar:
Zanahorias
Pimientos
Rábanos
Remolacha
Brócoli
Coliflor
Vainicas verdes
Pepinos
Ingredientes:
4 tazas de verduras, lavadas y (si se prefiere) peladas, cortadas en trozos de un tamaño más o menos uniforme (es importante porque así necesitarán el mismo tiempo para su fermentación)
Condimentos (mostaza, ajo etc.) 4 tazas de agua mineral 2 cucharadas de sal himalaya
Cómo la preparamos:
Rellenamos un tarro hermético esterilizado y de boca ancha con las verduras, dejando al menos 4 centímetros de espacio libre.
Añadimos los condimentos.
En un bowl grande mezclamos 4 tazas de agua con 2 cucharadas de sal, hasta que la sal se disuelva.
Vertemos la salmuera de agua salada sobre las verduras en su frasco, dejando 2,5 centímetros de espacio libre.
Colocamos unas hojas de col o un platito limpio pequeño por encima de las verduras para mantenerlas sumergidas debajo de la salmuera .
Cubrimos los tarros con algo transpirable por ejemplo varias capas de tela de queso o un paño de cocina y las sujetamos con una goma.
También podéis tener el tarro tapado, pero deberá abrirse una vez al día para dejar escapar algunos de los gases.
Dejamos que las verduras fermenten durante 2-3 días.
Es importante asegurarse de que todas las verduras permanecen por debajo de la salmuera.
A los 2-3 días, deberíamos ver algunas pequeñas burbujas que se forman en la parte superior de la salmuera Comenzamos a probar las verduras después de 2-3 días.
Una vez que alcancen un sabor deseado, podemos quitar las hojas de col o el platito, cerrar bien el tarro y colocar las verduras fermentadas en la nevera.